El Movimiento por la Defensa del Acceso al Agua, la Tierra y la Protección del Medio Ambiente (MODATIMA), declara lo siguiente:
Pudimos ver que los partidos oficialistas y de oposición, con las mismas prácticas de siempre, celebran un acuerdo «por arriba», ilegítimo y profundamente anti democrático, que mantiene controlado el nuevo proceso constituyente desde el Congreso.
El 25 de octubre de 2020 el pueblo de Chile se manifestó con claridad en una votación contundente: con el 80% optó por la alternativa de realizar una nueva Constitución a través de un órgano 100% electo, en lugar de una convención mixta.
Esto responde a décadas de malestar social frente a un modelo sostenido de abusos y exclusión, ampliamente desacreditado e impugnado por las protestas sociales del 2019 y 2020, antes de entrar en la pandemia.
La propuesta de este llamado “Acuerdo por Chile” es precisamente un órgano mixto con la incorporación de 24 “expertos” que son designados por los partidos políticos con representación parlamentaria, cuoteados por prelación, y cuyo rol es el control y la tutela de las propuestas emanadas del Consejo Constitucional.
La designación de «expertos» es un riesgo profundo para nuestra democracia, y no aporta a la superación de la crisis de representatividad que vive nuestro país. Estas 24 personas designadas formularán un anteproyecto que se presentará ante el Consejo Constitucional, lo que pone límites a la discusión democrática de las y los electos por la ciudadanía, porque tienen el poder de escribir, discutir y redactar la nueva Constitución, votando en la «comisión mixta» cuando las posiciones de las y los electos no lleguen acuerdo.
Como si esto no fuera suficiente, la comisión de expertos no será remunerada, lo que supone un filtro de clase para poder formar parte de este espacio. Deben ser personas que reciban una remuneración de otra labor y/o institución, dejando en duda quienes financiarán a estas personas durante su periodo de trabajo, y a qué intereses representarán en la práctica. Además de las fuerzas políticas que los designen.
En paralelo, existirá un órgano técnico de admisibilidad, compuesto por otras 14 personas elegidas por el Parlamento, quienes podrán controlar los textos emanados de la ya moldeada discusión que pase por el consejo constitucional y la comisión de expertos. Esto, basándose en los 12 puntos base del Acuerdo por Chile, a la cual llegaron los partidos políticos a espaldas de la ciudadanía y sus demandas.
El Consejo Constituyente estará compuesto por 50 representantes electos popularmente, un número sumamente bajo si pensamos en la representación de las diversidad de voces y demandas que existen en los territorios y comunidades de nuestro país. Nuevamente se restringe la pluralidad de intereses y la participación democrática. Eso no va cambiado pese a los resultados del 4 de septiembre de 2022. No se puede hacer una nueva Constitución sin el protagonismo de la ciudadanía.
Con todo, nuestro movimiento declara que esto es un proceso ilegítimo y antidemocrático. Habrá control durante todo el proceso, de entrada, desarrollo y salida sobre la discusión constituyente. Tutelado por el Congreso Nacional y la correlación de fuerzas circunstancial en su interior.
Los 12 puntos de acuerdo inicial para dar dar inicio al nuevo proceso, explicita la defensa del derecho a la propiedad privada «en sus diversas manifestaciones”, lo que pone en claro riesgo considerar al agua como un derecho humano, porque prevalecerá que el agua será considerada propiedad privada como lo consagró la Constitución de Pinochet de 1980.
La crisis hídrica que vive nuestro país está originada en el modelo privatizador de las aguas que, desde la dictadura en adelante, ha posibilitado riqueza y acaparamiento para unos pocos, poniendo en peligro la vida de muchas comunidades que hoy están privadas de este bien común natural tan esencial.
Este Acuerdo muestra la desorientación absoluta del proyecto político del Frente Amplio y Apruebo Dignidad en el oficialismo, después del 4 de septiembre, que cedió el protagonismo a la derecha, con sus chantajes, arrogancia política y berrinches populistas. El apuro por tener un acuerdo entre cuatro paredes hace que, desde sus inicios, este sea un proceso carente de legitimidad y desconectado de los y las habitantes de nuestro país y sus necesidades, dejándonos al arbitrio de los sectores conservadores y de derecha más rancia de nuestro país.
Hoy, las fuerzas sociales y políticas que trabajamos incansablemente por la superación del modelo de despojo y abuso, tenemos la tarea de encontrarnos y levantar alternativa política y de vida para nuestro país. Nuestra lucha está plenamente vigente, por lo que no nos vamos a restar de la discusión, ni vamos a dejar de empujar por la defensa y la recuperación las aguas.
La democracia se construye y fortalece con más y mejor democracia.
La democracia se construye con agua para los pueblos.
MODATIMA
Mesa Nacional
Espacio de coordinación nacional.