A inicios del año 2010 es cuando formamos MODATIMA, señalando en nuestra declaración de principios fundante, “ Somos un movimiento amplio de participación de las y los ciudadanos y habitantes de la provincia de Petorca, que surge a propósito de los graves efectos provocados por el uso intensivo e irracional de los bienes naturales, en particular suelo y agua, lo que nos motiva a asociarnos gremialmente para promover la racionalización, el desarrollo y la protección de nuestras condiciones de vida en relación a la debida utilización de tales bienes y del medio ambiente”.
Del mismo modo, y desde nuestros orígenes es que sostenemos que: “El acceso al agua potable de todos y de cada uno de los ciudadanos y habitantes de la provincia de Petorca, es un derecho humano esencial ya que es fundamental para la preservación de la vida presente y futura”.
Desde nuestra declaración de principios hasta fines del año 2016, la impronta de nuestra organización ha sido la lucha permanente y tenaz por recuperar el agua para nuestras comunidades y territorios, por hacer de ella un bien común y un derecho humano esencial e irrenunciable, y no ha sido fácil, todas vez que seguimos batallando en distintos escenarios, con distintas tácticas, y expuestos a las embestidas siempre feroces de los “dueños” del agua, en rigor, conspicuos empresarios y políticos, nacionales y extranjeros, coludidos para “ganar plata con el negocio del agua”, y protegidos por los gobiernos de turno.
En nuestra memoria están los primeros cortes de ruta, las acciones de visibilización de los ladrones de agua, las funas, nuestras comparecencias a las distintas comisiones del parlamento para denunciar el modelo de lucro y usura con el agua, las acciones que desplegamos para concretar la formación de la comisión investigadora para el robo del agua en la cámara de Diputados, inútil como todas las comisiones que eufemísticamente se denominan “investigadoras”.
Las movilizaciones en nuestra provincia, las marchas junto a otros y otras que también luchan a lo largo del territorio, probablemente la más emblemática la realizada en Abril del 2016 en el Wallmapu. Del mismo modo destacar la necesidad permanente de conjugar teoría y práctica, razón que nos ha llevado a escribir de manera frecuente artículos de opinión sobre bienes naturales comunes, en particular sobre agua, y la materialización a fines del 2014 del libro “La privatización de las aguas en Chile, causas y resistencias”.
Hemos recorrido el territorio, hablado en Universidades, Juntas de Vecinos, poblaciones, comunidades Indígenas, y lo hemos hecho y lo seguimos haciendo todos los días, sin pausas ni tregua. En este andar hemos conocido el despojo del agua, la maledicencia de los que lucran con un bien esencial, con nuestros propios ojos hemos visto como la megaminería contamina las aguas de bebida, visto como el “modelo agroexportador” se lleva el agua a los mercados extranjeros, como el “modelo Forestal” seca las napas, degrada los suelos y despoja a las comunidades indígenas de lo más sagrado, tierra y agua, in situ hemos sido testigo de cómo las hidroeléctricas No devuelven el agua a los ríos, constatamos todos los días como la Institucionalidad, y quienes la administran, son parte del problema y no de la solución, su obsecuencia, la manga ancha con que fiscalizan, o dicen fiscalizar, sólo ha favorecido el negocio del agua, a costa del sacrificio de vastas comunidades, a estas alturas tomar agua desde camiones aljibes es parte del paisaje.
Colocados en este tránsito, hemos recurrido a las más disímiles y en algunos casos creativas acciones para continuar instalando en la memoria colectiva el hecho de que el agua es un Derecho humano esencial, y la condición irreductible para el cumplimiento de los demás derechos, en este propósito se inscribió la acción coral SECOS, estrenada el día 12 de Diciembre del 2016, en el cine arte Normandie, pieza audiovisual donde un conjunto de actrices y actores, ampliamente conocidos por la opinión pública, denuncian la impunidad con que se roban el agua, y la impunidad con que esta práctica, avalada por el Estado degrada la vida, hoy esta acción coral, corroborada por el testimonio de las y los que luchan por el agua en los territorios, se vislumbra como una acción que nos va a permitir seguir sumando mentes y ganado corazones para una causa justa y legítima, recuperar el agua para todas y todos, desmercantilizar su uso, priorizar la vida.
No sabemos que nos depara el derrotero de la vida, hemos crecido, hoy existen MODATIMA en diversas regiones del país, somos conscientes de nuestra responsabilidad, y de que los “propietarios” del agua, esperan agazapados para “golpearnos”, si, literal, usaran la acción física directa, maletera, mañosa y por encargo, o nuevamente recurrirán a tribunales para inhibir el accionar de las y los que luchan por el agua, por cierto que esta no será la primera vez que lo hagan, ni tampoco será la última, sin embargo, y con modestia lo señalamos, hemos sembrado una semilla que hoy germina a lo largo de todos los territorios, y son mujeres y hombres, blindados “hasta los dientes” de coraje y moral los que se levantan para luchar por agua, sin falsos dramatismos ni pose alguna, sabemos que si la mano artera y agazapada logrará el propósito de silenciarnos, otras y otros continuarán adelante, porque la lucha por el agua es un imperativo ético, un imperativo moral, y no hay fuerza suficiente capaz de detener el sentido común, ese que nos dice que la lucha por el agua es la preservación de la vida, todas las vidas, por ende, el agua es y será para todas y todos, para ti, para nosotras y nosotros, y en ese empeño, en ese propósito, llegaremos hasta el final, somos MODATIMA, estamos de pié, no nos vendemos, no les tememos.